Pensamientos de Danny.
Le tiré al suelo de un empujón, le había pillado desprevenido, se dio un buen golpe en la espalda, vaciló unos segundos en los que me tiré contra él para pegarle un puñetazo, pero reaccionó deprisa e intento pararme. Le di en la boca, que le empezó a sangrar, se llevó la mano a los labios y al verse la sangre puso cara de odio, de desprecio, se me tiró encima y perdí el equilibrio callendo sobre el brazo derecho, que se me dobló y me golpeé en el hombro, sentí un pinchazo, un gran dolor, pero lo ignoré y me levanté de nuevo a por él. Pero la rabia y el odio se habían apoderado de mí, ya no podía pensar con claridad, y le empecé a lanzar puñetazos como un loco, sin ni siquiera mirar a donde le iba a dar. Me alejé unos pasos y apollé mis manos en las rodillas, respirando con dificultad, levanté la mirada y le vi como le sangraba la nariz, entonces se me despejó la mente. ¿Cómo estaba haciendo yo eso? ¿Cuándo me había vuelto tan bestia? ¿Cómo había podido perder los nervios así? Pero mientras yo me asustaba de mi mismo, Christian se me lanzó encima con un grito, caí al suelo sobre el brazo derecho de nuevo, esta vez grité de dolor, le intenté apartar de encima con el otro brazo, pero estaba tan cansado que no tenía fuerzas.
- ¡¡¡CHRISTIAN!!! - gritó una voz a nuestras espaldas, vi como mi contrincante elevaba la vista, en ese momento quise aprovechar para retirarle de un empujón, pero las fuerzas me fallaron de nuevo, sentí a alguien detrás de mí, llamándome, intentando levantarme del suelo, y oí otra voz que regañaba a Christian, pero todo eso lo oía muy lejano, sentí como me abandonaban las fuerzas y se me cerraban los ojos. Mi último pensamiento, no fue para Christian, no, si no para la chica a la que más amaba, a la que le perdonaría que hubiese besado al ser más despreciable del mundo una y otra vez, para Amanda.
Pi, pi, pi... Abrí los ojos lentamente, estaba en una sala de paredes blancas con un montón de aparatos blancos, creo que era un hospital, entonces recordé la pelea con Christian. Giré la cabeza hacia la ventana y vi a alguien sentado en una silla, pero no era un alguien cualquiera, era un ángel caído del cielo, era Amanda. Me miró, tenía cara de preocupación y de arrepentimiento. Se levantó y se acercó lentamente.
- Hola, ¿qué tal? - estaba preciosa, quise que me abrazase y me besase, pero la voz de su madre diciendome el motivo de su castigo no se me iba de la cabeza.
- A ti que te parece? - le dije con voz temblorosa, las lágrimas amenazaban con salir de mis ojos, húmedos. - llamo a tu casa, para quedar contigo, para darte una sorpresa, y vy y me entero de que estás castigada por besarte con... eso - giré la cabeza bruscamente porque había empezado a llorar, pero creo que ya me había visto.
- Yo... yo lo siento, de verdad, no te merecías esto, yo te quiero muchísimo y lo único que hago es hacerte sufrir, lo siento - me giré para reprocharle, pero me crucé con su mirada, tenía una mueca de dolor, mis palabras la habían herido, tenía los ojos húmedos, pero aguantó sin llorar, pero aún así no dije nada para arreglar las cosas.
Aiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii :( el pobrecillo pero me gusta mas dany pra amanda christian no..
ResponderEliminara ver qe pasa
que lastima de él, me dan mucha pena los hicos que lloran, porqe cuando lo hacen es porque lo sienten de verdad...escribe prontito :)
ResponderEliminaroohh :( andreeaa escribee prontooo
ResponderEliminarpobre Danny, con lo q me gusta!!! pobrecito, no se merece nada de lo q le esta pasando
ResponderEliminarescribe pronto porfiiiis
1Bsoo
pobre danny!!! creo que tiene toda la razon. amanda ha de decidirse, ya, y x danny!!! ahora esta claro. es "el cabo suelto", como dice kelly en su blog :)
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